Suenan las alarmas en el sector inmobiliario. Según el último informe de Bpie (Building Perfomance Institute Europe), la descarbonización del sector inmobiliario no va lo suficientemente rápido para conseguir alcanzar los objetivos climáticos marcados por la Unión Europea.

El objetivo es ambicioso: todos los nuevos edificios de la Unión Europea deben estar cercanos a las cero emisiones. Pero la ambición parece que no está del todo encaminado según el informe, por no decir que avanza a trompicones y de forma intermitente. Según el análisis, para conseguir la neutralidad en carbono para 2050, se deben implementar medidas intensivas para adaptar los nuevos edificios.

Fit to 55 para afrontar la situación

Hay que recordar que el 35% de los gases de efecto invernadero que se emiten en la Unión Europea provienen del sector inmobiliario, es decir, un tercio de las emisiones. En este sentido, los estados de la Unión están afrontando la situación con un paquete de medidas, el fit to 55, que consiste en implementar políticas inmobiliarias capaces de reducir las emisiones al menos al 55% para 2030.

Según Bpie, el principal problema para orientar la meta consiste en que los estados miembros no comparten la misma definición de edificios neutros de carbono (los llamados Nzeb). Por ello, los expertos proponen actualizar el significado y los parámetros que permiten medir la neutralidad de los Nzeb. Otro de los aspectos críticos focaliza el punto de mira en la necesidad de actualizar el cambio de una infraestructura sostenible para evitar la dependencia de la calefacción impulsada por energías fósiles.

La clave está en el endurecimiento de las normas de rendimiento energético para adoptar objetivos más ambiciosos y exigentes que tengan en consideración el uso de energías renovables. Es decir, exigir que el 100% de la demanda energética de los nuevos edificios se cubra con energías renovables y acelerar las restricciones y sanciones por la utilización de combustibles fósiles. Además, para evitar la ineficiencia se propone la adopción de una métrica universal y transparente como el kilovatio consumido por metro cuadrado.

Desde Mimeisa procuramos que los edificios cumplan con los más altos estándares de sostenibilidad. Por eso implementamos un diseño que cumpla con los requerimientos más exigentes de las certificaciones ecológicas, como la certificación Leed (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), la certificación Well de bienestar, o la certificación Breeam de sostenibilidad ambiental.

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