El mercado de oficinas de Madrid se acelera. Desde 2021 los datos van mejorando y si en 2021 se alcanzaron más de 400.000 m2 de contratación -un 19% más respecto año anterior-. En el primer trimestre de 2021, Madrid alcanza la cifra más elevada para el periodo de los últimos años (135.000 m2), con incremento interanual del 46% respecto a la serie histórica.
Un elemento a destacar respecto a la contratación, es que no se registran grandes operaciones (aquellas que implican más de 10.000m2). Además, la mayoría de las operaciones apuestan por el área de la M-30 y la centralización (casi el 60% de las firmas), ya que la transformación activa de los bienes está captando el interés de la demanda. Eso sí, centralizar tiene pros y contras, porque la tasa de disponibilidad se reduce de forma lenta y progresiva. También destaca que los operadores flex -oficinas flexibles- siguen consolidándose en el mercado, representado el 9% de la contratación total.
Para 2023 se espera el desarrollo de más de 500.000 m2 procedentes de nueva edificación y rehabilitación integral. Este último segmento de forma destacada (el 59% de los edificios), ya que se reduce el impacto negativo sobre el medio ambiente y se actualiza el parque a los últimos estándares de eficiencia y bienestar.
Barcelona sigue captando el interés
El caso de Barcelona se asemeja al de Madrid. El mercado registró 91.000 m2 de contratación, su tercer mejor resultado histórico, con un crecimiento del 21% respecto a 2021. Una de las singularidades de Barcelona es que la mayoría de las operaciones se sitúan por debajo de los 500 m2, ya que su tejido empresarial está formado fundamentalmente por pymes. A diferencia de Madrid, la zona que concentró mayor volumen de contratación fue la periférica (con el 37% de las operaciones), gracias al impulso de las nuevas áreas de negocio. Finalmente, destacar que el sector tecnológico, sanitario y logístico lideran las operaciones del mercado.
En términos generales, la demanda muestra interés en cambiar de sede. Un hecho que puede marcar la actividad del mercado en los próximos años, y que está vinculado a la búsqueda de activos con mayores y mejores estándares de calidad, innovación y sostenibilidad. Eso sí, en el futuro, la crisis de la cadena de suministros, el auge de precios y efectos colaterales del contexto socioeconómico (como el conflicto de Ucrania ) condicionarán el calendario.